Soy mi sueño evoca una increíble historia de la II Guerra Mundial donde Hernández Cava y Auladell interpretan libremente la historia real vivida por el artista Joseph Beuys cuando fue miembro de la Luftwaffe
Norma Editorial ha publicado Soy mi sueño, volviendo a recuperar esta obra personalísima escrita por Felipe Hernández Cava y dibujada por Pablo Auladell quienes, posteriormente, volvieron a trabajar conjuntamente en otra afamada obra como fue Lubianka. Este es un cómic que no es fácil de leer, pero que llena al lector tanto con su fondo como con su forma, en lo literario y en lo artístico.
Una historia de la II Guerra Mundial, conflicto extensamente usado en el noveno arte, parece que ha de centrarse en el elemento bélico de la contienda, pero Hernández Cava y Auladell rompen ese estereotipo creando una historia de autoconocimiento y descubrimiento personal con dos protagonistas el piloto Erich Hafner y la chamana Solaya.
La historia de Hafner es una interpretación libre de la biografía de Joseph Beuys -un artista alemán que revolucionó el arte-, piloto de la Luftwaffe quien, durante una tormenta de nieve en 1943, fue derribado en Crimea, donde sanó gracias al cuidado de los tártaros con miel, hierbas y grasa, junto con fieltro para abrigarlo, elementos que luego serán característicos en su arte.
La trama
La historia comienza con un escuadrón aéreo de la Luftwaffe, la rama aérea del ejército alemán, escoltando un tren con un obús y tropas por la península de Crimea, para evitar que el ejército de la URSS consiga atacarlo. En esa misión surgen varios cazas soviéticos que entablan un combate con los germanos, provocando que el pilotado por Erich Hafner se estrelle.
El oficial alemán es rescatado por unos lugareños de los restos del avión que pilotaba, quedando bajo la protección de una anciana chamana llamada Solaya. Ella será la encargada de cuidar de las heridas de Hafner y, además, hará que este haga una introspección y a la vez que sana su cuerpo se embarcará en un viaje de descubrimiento personal.
Los autores
No es ninguna novedad afirmar que los autores son referentes del noveno arte español, puesto que ambos, Felipe Hernández Cava y Pablo Auladell, han sido ganadores del premio Nacional de Cómic, en 2009 y 2016 respectivamente. Con posterioridad, en 2023, han vuelto a coincidir en Lubianka donde narran una historia de la temblé policía política soviética predecesora del KGB, el NKVD.
La inspiración de la obra de Beuys permite a Felipe Hernández Cava escribir una historia muy bien planteada y desarrollada, pero a la vez arriesgada, aunque como diría el romano Séneca: non est ad astra mollis e terris via -no hay camino fácil a las estrellas desde la tierra-; afirmación que describe perfectamente al personaje de Erich Hafner en Soy mi sueño.
Hernández Cava sabe utilizar perfectamente su escritura para contar mucho en el texto, pero a su vez, con esa solvencia de guion cuenta también mucho sin decirlo, porque es muy sutil, pero da tal consistencia a la historia que el lector se siente embriagado en la bruma que envuelve a los personajes, recorriendo con ellos ese camino a las estrellas.
Los diálogos son una parte esencial de la obra, donde el discurso va desarrollándose sin sobresaltos, de forma muy fluida y equilibrada, haciendo que la historia esté bien hilvanada y pase de una página a otra sin cambios abruptos de ritmo. Esa fortaleza que impone el discurso se ve enfatizada por lo que se lee entre líneas y el poso que asienta en el lector.
El arte del alicantino Pablo Auladell permite transmitir la fuerza del guion de una manera elocuente, puesto que los trazos sobrios del dibujante se adecúan a la perfección a la trama y la intensifica. El aspecto onírico que transmite el guionista lo adapta de forma exquisita Auladell, adaptando la composición de la página a la historia.
Las viñetas se distinguen por una expresividad cautivadora y una fuerza visual que atrapa al espectador desde el primer instante. Su obra se construye a partir de una paleta cuidadosamente limitada a los tonos grises, recurso que no solo unifica estéticamente sus composiciones, sino que también aporta una atmósfera atemporal, cargada de evocaciones.
Esta gama cromática neutra confiere a Soy mi sueño un carácter dual: por un lado, remiten a lo ancestral y a lo onírico, despertando una sensación de misterio; por otro, su tratamiento gráfico y la precisión de sus formas les otorgan una sofisticación propia de la aviación de la II Guerra Mundial, elegante y sobria.
Las composiciones del alicantino están pobladas de figuras, escenas y objetos que, más allá de su apariencia, remiten a universos culturales, filosóficos y literarios complejos, configurando un imaginario original y profundamente personal.
La edición
Norma Editorial ha publicado esta edición de Soy mi sueño de Hernández Cava y Auladell, en cartoné, con un tamaño de 22 x 29,5, a color y una extensión de 76 páginas.
UN ÁLBUM SUPERLATIVO QUE PRESENTAMOS HOY EN UNA EDICIÓN NUEVA, REDIBUJADA, INMEJORABLE
1942. En plena II Guerra Mundial, el piloto alemán Erich Hafner dirige una escuadrilla de cazas rumbo al cerco de Sebastopol. Derribado por la artillería soviética, este Ícaro moderno emprenderá una odisea de autoconocimiento en la que, asistido por una chamana tártara, tratará de rasgar los velos de la vida y el destino con el telón de fondo de un continente en llamas.
Antes de Lubianka, el guionista Felipe Hernández Cava y el dibujante Pablo Auladell, ambos Premios Nacionales de Cómic, colaboraron juntos por primera vez en Soy mi sueño.